Ascenso Volcán Chillan Nuevo
El ascenso al Volcán Chillán Nuevo fue una verdadera jornada de alta montaña: madrugón, equipo listo y los primeros pasos sobre nieve dura mientras la cordada avanzaba en fila, con crampones y piolet en mano. A medida que ganábamos altura, el paisaje se abría por completo: un mar de cumbres blancas, fumarolas a la distancia y un cielo completamente despejado que nos acompañó casi todo el día. Hubo tramos más exigentes donde el ritmo bajó, se ajustaron capas de abrigo y se reforzó la importancia de ir juntos, comunicados y atentos a cada indicación de los guías.
La recompensa llegó en la parte final, cuando la cumbre nos recibió con abrazos, fotos, banderas al viento y esa mezcla de cansancio y felicidad que solo se siente arriba. El descenso fue la oportunidad perfecta para seguir aprendiendo técnicas, revisar el uso del equipo y, por supuesto, disfrutar del paisaje ya con la misión cumplida.
Aquí te dejamos algunas imágenes de este ascenso; si quieres ver más, te invitamos a visitar nuestra galería.